El Cantar, obra anonima transcrita por Per Abbat en mayo de 1207, refleja en muchos de sus elementos con notable fidelidad las hazañas de Rodrigo Diaz de Vivar, aunque a la vez hay otros muchos en los que no es posible reconocerlos en la biografia del Campeador. Hay una verdadera fusión que confunde, entre lo verdadero y lo fabuloso. Es cierto como nos recuerda el Cantar que Rodrigo fué desterrado dos veces, en 1081 y 1089. El Cantar asegurá que la causa del destierro fué el haber obligado a Alfonso a jurar que nada tuvo que ver en la muerte de su hermano, el rey Sancho II, algo no probado y que surge como leyenda epica alrededor del 1200. Tampoco hay duda que jamas hubo matrimonio de las hijas del Cid con los Infantes de Carrión, por lo que no pudo suceder la afrenta de Corpes. "Leváronles los mantos e las pieles armiñas, mas déxanlas marridas en briales y en camisas, e a las aves del monte e a las bestias de la fiera guisa. Por muertas las dexaron, sabed, que non por bivas. ¡Quál ventura serie si assomas essora el Cid Roy Diaz!". Es probable que todo se deba a que siendo como eran los infantes de Carrión, aliados del conde Garcia Ordoñez y dada la hostilidad de este con el Cid, un miembro de la pequeña nobleza, pues solo era un infanzón; pero convertido en un ejemplo que el juglar pretende extender como oposición a la gran nobleza cortesana y terrateniente, creando expectativas de nuevas oportunidades de promoción en la jerarquia nobiliaria, que podian venir apolladas a traves de la guerra y la repoblación.
ESQUEMA ARGUMENTAL
La narración del poema se organiza en tres cantos, tres momentos en el desarrollo de la acción poética.
*CANTAR I: EL DESTIERRO. Rodrigo Diaz, es enviado por el rey alfonso a cobrar las parias que pagaba el rey moro de Sevilla, y encuentra allá como gran enemigo al conde Garcia Ordoñez, poderoso magnate castellano. El Cid le venció en la batalla de Cabra, y al hacerle prisionero le mesó la barba, afrenta mayor que un caballero podia recibir. A causa de esta descomedida afrenta, sufrió el Cid inmediata desgracia. Al volver a Castilla, es acusado por enemigos cortesanos de haber guardado para si parte de las parias sevillanas, y el rey alfonso, airado, le destierra. Alvar Fañez, sobrino del Cid, con los demas parientes y vasallos del heroe parten con él fuera del reino.
Las acusaciones de los mestureros o cizañadores eran falsas; cuando el Cid abandona su casa de Vivar para ir al destierro, sale pobre y tiene que detenerse en Burgos para buscar algún dinero prestado de los judios Raquel y Vidas. Los vecinos de Burgos compadecen al desterrado, pero no se atreven a hospedarle, porque el rey lo ha prohibido. El Cid pasa por el monasterio de Cardeña para despedirse de su mujer doña Jimena y de sus dos hijas pequeñas, que allí quedan refugiadas. Atraviesa el Duero por junto a San Esteban de Gormaz y, cuando duerme la ultima noche en la frontera del reino de Castilla, para entrar en tierra de moros, el angel Gabriel viene a él en visión para anunciarle ventura en todos los dias de su vida. Tal ventura se deriva de la misma injusticia del destierro que, dando independencia a la acción del heroe, le permite alcanzar la grandeza que en obediente servicio del rey nunca hubiese logrado.
Los exitos del desterrado son al principio penosos y lentos. Se apodera de dos castillos, Castejón de la alcarria y Alcocer sobre el rio Jalón; gana bundantes riquezas; envia a Minaya Alvar Fañez a Castilla para llevar al rey Alfonso treinta caballos del botín cogido a los moros y otros dones para doña Jimena y para la catedral de Burgos.
El Cid hace tributaria toda la región de Teruel y de Zaragoza con tierras que estaban bajo la protección del conde don Ramón Berenguer de Barcelona. Vence y prende al conde en el pinar de Tevar, pero le pone en libertad generosamente al cabo de tres dias.
*Ramón Menendez Pidal -En torno al <Poema del Cid>, Barcelona, Edhasa, 1963, pags. 189-193.